Imagino que ningun@ de nosotr@s esperaba encontrarse este 2020 con una pandemia a nivel mundial. Yo, al menos, no. Pero aquí estamos, inmersos en un contexto especialmente convulso, sin saber qué ocurrirá en los próximos meses. El entorno competitivo se ha convertido, de la noche a la mañana, en un mar embravecido en medio de una tormenta sin prácticamente visibilidad.

Además, todo parece indicar que este temporal va a hacer historia. “En los próximos meses, nos jugamos los próximos 20 años”, decía el presidente de PwC en su intervención en la cumbre de empresas organizada por la CEOE https://www.elconfidencial.com/economia/2020-06-22/gonzalo-sanchez-pwc-meses-jugamos-anos_2649440/ . Las decisiones que se tomen a nivel macroeconómico para reforzar la competitividad de las empresas, el sistema de ciencia y tecnología o el ecosistema emprendedor van a ser, más que nunca, decisivas para nuestro futuro.  La verdad es que da un poco de vértigo pensar en el impacto y la trascendencia del momento que estamos viviendo.

A nivel empresarial, como no podía ser de otra forma, lo que se percibe es incertidumbre, incertidumbre extrema, diría. La única certeza que tenemos es que no podemos quedarnos paralizados; hay que actuar. Es algo que está dentro de nuestro “círculo de influencia” y que nos puede permitir, aunque desgraciadamente no garantizar, salir más o menos airosos de ésta. Y, además, debemos actuar con rapidez, para adecuarnos a los bruscos cambios que se están produciendo en el mercado.

La clave está en desarrollar nuevos servicios para los clientes, siguiendo la filosofía “mínimo producto viable” y pivotando rápido si es necesario, como hacen especialmente bien las startups.  Radica también en buscar nuevos mercados y activar canales de venta complementarios, como el e-commerce que ha venido para quedarse.  Las tecnologías 4.0 deben formar parte principal de la agenda empresarial puesto que permiten diseñar procesos más eficientes y contribuyen al cambio de modelo de negocio, aspectos ambos a tener muy en cuenta ahora mismo.

Un ejemplo claro de esta agilidad y máxima adaptación al entorno son aquellas organizaciones que están utilizando sus competencias core para atender la alta demanda de productos sanitarios, productos que antes no fabricaban. Seguro que esta transformación no estaba en su plan estratégico y quizás no sean líneas de negocio a mantener de forma permanente en su portfolio pero están suponiendo una opción para generar ingresos y mantener puestos de trabajo. @XavierFerras habla del concepto “adaptación estratégica” vs “planificación estratégica” https://www.lavanguardia.com/economia/20200628/481999123673/vivir-en-la-incertidumbre.html y parece que no hay otra alternativa que ser tan flexibles como el junco en este nuevo escenario.

En él, las personas son el pilar fundamental para dirigir el barco a buen puerto. El talento con el cuentan las organizaciones es determinante para navegar en medio de las inmensas olas. En estos meses, las empresas se han convertido en un hervidero de reuniones para el diseño de nuevos proyectos y actividades, de llamadas y reuniones virtuales con clientes y partners…. Tensión, ansiedad, satisfacción, alegría… emociones todas ellas mezcladas en una coctelera que, en líneas generales, han servido para que los equipos de trabajo salgan reforzados. Superar un reto, y esta primera ola ha sido uno enorme, siempre ayuda a la cohesión y al ánimo de los equipos. Ésta va a ser el mayor activo del que dispondremos hasta que amaine el temporal.

Mimemos el talento, incorporemos nuevo, si hace falta, y pongámonos manos a la obra para afrontar estos próximos meses. Echemos en la mochila altas dosis de flexibilidad,  inspiración, energía, velocidad y… que la fuerza nos acompañe!

SOBRE BEGOÑA

Licenciada en Administración de Empresas y Máster en Gestión de la Innovación y la Tecnología, ambas por la Universidad de Deusto.

Posee amplia experiencia en gestión empresarial, con clara visión global y responsabilidad sobre todas las áreas del negocio (económico-financiera, comercial, estrategia, personas y producción). Su dilatada actividad como asesora en temas de estrategia, innovación y modelos de negocio, le ha permitido conocer sectores muy diversos: automoción, energía, salud, alimentación, construcción ó TIC´s. Así mismo, ha trabajado con numerosas startups, a través de su participación en diferentes programas de aceleración.

En la actualidad es Directora de BCC Innovation, habiendo asumido con anterioridad puestos de responsabilidad en empresas del mundo de la innovación tecnológica y la investigación.