Un relato personal

By Published On: 7 de diciembre de 20170 Comments

Era un día de mayo de 2015 cuando me apunté a un curso de liderazgo de equipos en Donostia-San Sebastián, promovido por la Universidad donde estudié (o mejor dicho aprendí), y me pidieron que consiguiera a “alguien interesante” para darnos una charla. Me puse a buscar por internet noticias sobre emprendimiento y encontré a Pedro Muñoz-Baroja, que estaba montando una Aceleradora de Startups. Fue tan sencillo como enriquecedor invitar a Pedro a que nos explicara la iniciativa y al momento vi que era mi mundo.

Quince días más tarde encontré una Aceleradora de Valencia que buscaba emprendedores para montar Startups, reuniendo a los candidatos durante un fin de semana para competir por equipos por las ansiadas plazas en su programa de incubación. Envié mi portafolio personal, me subí a un avión y ganamos la competición. Tenía plaza para crear junto con un equipo una Startup desde cero, pero finalmente no fui. ¿Sabéis por qué? Porque tomé un café con Pedro.

No hizo falta más que un café para entender que debía quedarme en Donosti, cerca de la primera Aceleradora de Startups del País Vasco y cerca de todos los profesionales de un nivel impresionante que ya estaban involucrados en la iniciativa. Me pareció una oportunidad increíble para aprender de los aciertos y errores de los emprendedores del siglo XXI y ver cómo funciona el ecosistema emprendedor. Menudos quince días… no sé cuántas vueltas dio mi cabeza. Decisión acertada o no, no me arrepiento; he aprendido cosas en las que habría fallado con total seguridad si hubiera lanzado mi proyecto en primera instancia.

En julio 2015 sucede el comité de selección de cara al primer Programa de Aceleradora de Startups de BerriUp, que daría comienzo en septiembre, junto con mi incorporación a la familia. Recuerdo estar nervioso mi primer día, sin tener del todo claro cuál sería mi labor, y la primera conversación en la oficina con Pedro no me ayudó demasiado, aunque me tranquilizó, aún no sé por qué. Me dijo: no sé muy bien cuál va a ser tu labor, iremos viendo y aprendiendo. Hoy os digo que ha sido la mejor frase de los dos años y pico que llevo aquí.

Poco a poco fui conociendo a mentores, hombres y mujeres sin ningún tipo de interés particular salvo el de aportar al ecosistema emprendedor, emprendedores/as que compartían gratuitamente su tiempo y experiencia y personas con proyectos llenas de ganas por crear algo grande.

Hoy es 7 de diciembre de 2017 y he de decir que llevamos dos años y medio viendo y aprendiendo. Exactamente el mismo discurso que le decimos a nuestros emprendedores “BerriUpers” es el que nos aplicamos internamente en la Aceleradora de Startups, un principio sin el cual no existiríamos. Nos adaptamos a cada persona, a cada proyecto, a cada programa y a cada momento. Ayer tomé un café con un emprendedor y amigo del primer programa, y la semana pasada nos invitaron dos del programa actual a cenar a su casa. Somos personas que buscan buenas personas, con el objetivo de que lo que la gente llama “Karma” esté de nuestro lado. También os digo que el trabajo, cariño y acompañamiento ayuda a que ocurra, pero hay quien piensa que simplemente es suerte… Bueno, pues llevamos dos años y medio de suerte y tenemos la convocatoria abierta para buscar medio año más.

Durante este tiempo nuestra red de mentores ha aumentado considerablemente, la inversión total supera los 650.000 Euros, hemos visto más de 350 proyectos y la ilusión es mayor cada día, viendo que “el mercado” nos dice que estamos haciendo las cosas bien. Eso sí, no nos vamos a volver locos. Iremos viendo y aprendiendo.

Leave A Comment