En Inveready entramos en el capital de empresas tecnológicas de alto crecimiento, que tienen fuertes necesidades de financiación en los primeros años de vida, en los que se define, se desarrolla y se lanza un nuevo producto o servicio al mercado (o, por lo menos, una primera versión del mismo).
Para nosotros es importante ver que el emprendedor está comprometido con el proyecto y confía en él. Parte de ese compromiso se refleja, más allá de lo que te pueda transmitir el emprendedor y su proyecto, en ese primer capital que el emprendedor (y su círculo más cercano) ha/n puesto en la empresa. Es importante sacar mucho jugo a ese primer capital para poder mostrar unos mínimos resultados y buscar a más “locos” que sigan apostando por el proyecto y por hacerlo más grande.
Nuestra política de financiación de startups siempre ha contemplado el acceso a financiación pública, de forma complementaria al capital, como una forma de apalancar dinero privado porque es una fórmula más barata para el emprendedor, al no provocar dilución y al poder avanzar en el desarrollo del producto/servicio, creando más valor para la empresa y pudiendo acceder a superiores rondas en el futuro, controlando todavía la empresa. Cuanto más dinero privado haya, también más acceso a dinero público tendré, es decir, hay una cierta correlación entre ambos. Han pasado ya aquellos tiempos en los que una empresa con 3.000€ de capital social, conseguía ayudas por valor de 1M€ (afortunadamente para todos).
También es verdad que las ayudas públicas no son “gratis”, como a veces se tiende pensar, sobre todo las subvenciones, dado que suponen un trabajo (es decir, recursos) a la hora de solicitarlas y justificarlas. Por este motivo, recomendamos estudiar muy bien en cuáles ayudas se encaja realmente o se tienen mayores probabilidades de éxito, para no perder el tiempo, para no desenfocarte de tu “core” o porque después no se puedan llegar a justificar por no corresponderse con lo que la empresa realmente necesita y haya que devolverlas.
Podemos considerar subvenciones, préstamos, deducciones fiscales y bonificaciones a la Seguridad Social. Aunque las subvenciones sean más atractivas a priori, seguro que hay proyectos que necesitan más porcentaje de recursos para acometer los gastos y que el dinero llegue pronto, características que suelen tener los préstamos versus a las subvenciones. Lo importante de los préstamos para el emprendedor será que no requieran la constitución de garantías, más que el tipo de interés a pagar.
Como emprendedor y, en función de cada actividad y sector, recomendaría explorar las ayudas de NEOTEC (para proyectos con una base tecnológica importante), ENISA (para complementar rondas de capital), Torres Quevedo (para la contratación de doctores), RETOS (para proyectos de I+D en colaboración con Universidades u Hospitales) y Ayudas autonómicas como Ekintzaile o Aurrera.
SOBRE SARA
Sara Sanz es directora de Inveready Capital Company, consultora de startups en financiación pública para proyectos de I+D, incentivos fiscales y avales. Se incorpora al grupo INVEREADY en 2009 para completar la financiación de compañías participadas mediante instrumentos financieros no dilutivos.
Anteriormente dirigió el departamento de ayudas de otra consultora para pymes y trabajó en diversas posiciones en la administración pública, relacionadas con financiación, I+D, inversión extranjera e impacto socio-económico. Es economista, actuaria y MBA por ESADE. Actualmente es miembro de diversos Consejos de Administración de empresas participadas y fondos del grupo INVEREADY.