Soñar dormido es común. Soñar despierto, una obligación

Gerente en Loco Polo

Por Publicado en: 6 de mayo de 20240 Comentarios

¿Qué sería de nosotros sin sueños, metas, ilusiones u objetivos que nos generan esa motivación que nos lleva a levantarnos cada mañana llenos de energía con todo el hambre del mundo por ser un poquito mejores que ayer?

Soñar despiertos es una obligación. Sí. Esta es la primera premisa para ser feliz, vivir en plena paz mental y disfrutar de las pequeñas cosas de la vida. Todos tenemos metas sean del tipo que sean, ambiciosas o no, sean personales o profesionales. Cuál sea esta es lo de menos. Lo importante es que sea nuestra meta y que queramos llegar a ella cueste el sudor que cueste, porque la recompensa vale el esfuerzo. Ahora, y ¿si empezamos hablando del camino? Son muchas las veces que he escuchado a gurús de la oratoria y la motivación hablar sobre la idea de disfrutar del camino. Gran realidad. En este caso mi reflexión es mucho más básica que todo esto. 

Estamos dentro del selecto grupo del 3% de personas más afortunadas

Literal. Cualquier persona con acceso a internet, comida ilimitada, agua, ropa, sanidad, un techo con calefacción o una ducha con agua caliente esta dentro de este 3%. Es posible que estés leyendo esto y opines que nos estamos yendo bien lejos desde el emprendimiento hacia la filosofía pero, para mí, entender esto muy bien me hizo abordar tanto mi vida personal como profesional con otra visión, una visión basada en datos que me hacen disfrutar de cada momento de la vida como persona afortunadísima que soy.  De cada 100 personas, 97 tienen acceso a menos cosas de las que tenemos nosotros. Muchas menos la gran mayoría. Todo esto se debe a la decisión más importante de nuestras vidas que ni siquiera tomamos nosotros. Nacer, y casi más importante, dónde nacer. 

Soñar = Emprender

Ahora empezamos a hablar de soñar y emprender. ¿Cuánta gente no ha tenido nunca una gran idea o un proyecto que le genere mucha ilusión? Puede ser tan ambicioso querer construir una multinacional valorada en miles de millones de euros como montar un pequeño taller de clases de pintura para niños y adultos. La clave de todo son la ilusión, la ambición de creerse uno que puede llevarlo a cabo y por supuesto, dar el paso de tirarse a la piscina sin saber si realmente habrá agua, porque nunca sabremos si la hay hasta pasado un tiempo. Recuerda. Vas a pasar 1/3 de tu vida activa trabajando. 

El problema de esto es que la mayoría de gente siempre pospone estas decisiones para más adelante por falta de tiempo, certeza o por miedo a fracasar. Lo que está claro es que el tiempo vuela, muestra de ello, un simple ejercicio. Piensa ahora mismo en hace 15-20 años. Seguro que lo recuerdas como si fuera ayer. “Mañana”, sin darnos cuenta seremos abuelos y lo que no quieres es pensar en las cosas que no hiciste. Emprende, lánzate a por tus sueños, aparca o reduce este tiempo de redes sociales o aquello que no te aporta felicidad y aprende a emprender. Escucha a gente que sabe, haz preguntas, profundiza en todo lo que se te bien y pide ayuda con las tareas que no. Pedir ayuda es una de las claves del emprendedor exitoso. ¡Pedir es bonito si se hace con alegría y generosidad! Sea lo que sea hagas, disfrútalo por favor. 

Para finalizar, definimos algunas de las claves del éxito del emprendedor. 

  1. Tener ilusión. Sin esto no vamos a ninguna parte en la vida. 
  2. Definir bien la idea a llevar a cabo. Pregunta a gente del sector o que simplemente haya emprendido antes. Te abrirán la mente. 
  3. Rodearse de gente mejor que nosotros. No tienen porqué ser empleados, pueden ser colaboradores externos. Fundamental cuando no tenemos dinero. 
  4. No mirar el reloj. Las horas vuelan. Adiós a las jornadas de 8 horas en un inicio. 
  5. Cuidar al equipo. Sean compañeros directos, indirectos, colaboradores, familiares, mentores o lo que sea. Sin ellos no somos nada. 

 


SOBRE IÑIGO

Horrible estudiante en el colegio, siempre ha emprendido desde que tenía 11 años y empezó a comprar móviles por Internet para vender a amigos y amigos de amigos. Pese a que no quería estudiar una carrera universitaria, finalmente estudio ADE por hacer feliz a su padre, quien le convenció alegando que él no tuvo la oportunidad de estudiar. 

Antes de finalizar la carrera, Iñigo crea su primera empresa de eventos con la que tras algo más de un año de éxitos, se arruina dejando a deber más de 95.000€ que se convirtieron en más de $115.0000 por el cambio de divisa cuando decide coger un avión sin vuelta a NYC para pagar a todos sus acreedores. Una vez allá, trabaja de camarero en 3 restaurantes al mismo tiempo, alquila un piso de una habitación en Harlem donde vivió en el salón para alquilar la habitación por Airbnb a más de 100 personas de 33 países diferentes en poco más de un año. Según se fue haciendo a la ciudad y ahorraba dinero para enviar a San Sebastián, trabajó de relaciones públicas en discotecas, hizo de agente inmobiliario o también de pinche de Chefs privados. 

En su última etapa en NYC, crea una agencia de viajes de alta gastronomía con la que trae gente de nivel a disfrutar de nuestra gastronomía. Con ese proyecto bien orientado y cuando parecía que por fin encontraba un camino estable con proyección, se tuvo que sacar una idea que llevaba rondando su cabeza más de 2 años, un chiringuito de polos helados. Locopolo. 

Hoy, tras 7 años, la agencia sigue viva pese a recibir muy pocos clientes, mientras tanto, Locopolo tiene más de 200 puntos de venta en diferentes formatos en países como España, Francia u Omán. Ahora el objetivo es entrar en UEA, EEUU además de otros países europeos y asiáticos. 

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