El emprendedor, en mares desconocidos

Fundador de Grupo Implika

Por Publicado en: 2 de octubre de 20230 Comentarios

La innovación y el emprendimiento se entrelazan, siendo prácticamente inseparables en el mundo de los negocios. A menudo, nos encontramos en la búsqueda de la novedad, el cambio, la revolución. Pero ¿cuáles son los orígenes del emprendimiento? Aquella primera alma audaz que se aventuró a llevar a cabo algo grandioso, enfrentando obstáculos y escepticismo.

Me viene a la memoria la figura de Juan Sebastián Elcano. Este navegante y explorador guipuzcoano no solo completó la primera vuelta al mundo, una hazaña que llevó tres años, sino que también demostró una capacidad para adaptarse y liderar en circunstancias extremadamente complejas. Su viaje, que comenzó bajo el mando de Magallanes y que él asumió tras la muerte de éste, representa todas las cualidades que un emprendedor requiere: visión, resistencia, innovación y, sobre todo, la determinación de superar los desafíos.

Elcano, con su insistencia y arrojo, logró algo extraordinario. No solo llevó a cabo la primera circunnavegación del mundo, demostrando que era posible viajar alrededor del globo, sino que su enfoque y mentalidad rompieron barreras y paradigmas de su tiempo. Lo mismo ocurre hoy en día con aquellos emprendedores armados con una formación innovadora: tienen la capacidad de ver más allá de lo obvio, de cuestionar el statu quo y de impulsar el cambio.

Hoy en día, una formación innovadora es una herramienta poderosa que nos prepara a los “descubridores” para navegar mares desconocidos y hacerlo con mayor ligereza en los habituales. La tecnología avanza a un ritmo sin precedentes y, con ella, emergen oportunidades y retos que requieren de una mentalidad formada de manera disruptiva. Una mente que no solo entienda el «qué» y el «cómo», sino también el “para qué».

Obviando que el contar con el conocimiento técnico y específico es indispensable, así como una actitud voluntariosa y perseverante, considero diferencial, según mi experiencia, contar con las siguientes habilidades:

  • Aprendizaje basado en la experiencia: No se trata sólo de teorías, sino de involucrarse activamente y de aprender haciendo. De sumergirse en situaciones reales y encontrar soluciones tangibles. Además de aprovechar la necesidad puntual para impulsar cambios estructurales.
  • Interdisciplinariedad: Vivimos en un mundo interconectado donde las disciplinas se entrelazan, fusionando ideas y técnicas para llegar a soluciones más completas y eficaces. La especialización es fundamental, pero no menos una visión global de los negocios y su entorno.
  • Fomento del pensamiento crítico y creativo: Más allá de aceptar la información, se trata de cuestionar, analizar y transformar la realidad. No por capricho, sino con rigor. Pues sin rigor, no hay proyecto sostenible.
  • Adaptabilidad al Cambio: En un mundo volátil, la capacidad de evolucionar y adaptarse rápidamente se convierte en una ventaja competitiva. Las organizaciones sin aversión al cambio son menos vulnerables. Para ello, hay que contar con personas dispuestas cada día a asumir dicho reto.
  • Resiliencia y tolerancia al fracaso: Los errores acarrean consecuencias, de eso no hay duda. Y toca asumirlos. Pero no menos importante es levantarse y tomar nota. Aprender de los mismos y evitar que se sucedan de nuevo en el futuro.
  • Conexiones y redes: En la era de la globalización, construir y mantener una red sólida es de máxima importancia. No solo para encontrar oportunidades sino también para aprender y colaborar.

Sin embargo, no debemos olvidar que, más allá de la formación y las habilidades, el emprendimiento siempre ha sido, y siempre será, una cuestión de coraje. De la valentía de aventurarse en lo desconocido, de la perseverancia para continuar siguiendo tu intuición cuando todos los demás prefieren espacios más seguros, y de la visión para ver oportunidades donde otros solo ven desafíos.

 


SOBRE ZIGOR

Zigor Maritxalar cuenta con más de quince años de experiencia en el ámbito empresarial y educativo. Licenciado en Administración y Dirección de Empresas por la Universidad del País Vasco, completó su formación, entre otros, con un Postgrado de Desarrollo Directivo en el Instituto Empresa (IE) y un Máster en Comunicación Digital y Nuevas Tecnologías, otorgado por la Universitat Abat Oliva (CEU).

Como fundador de Grupo Implika, compañía referente en el sector educativo del país, desarrolló distintos proyectos de educación innovadora, con el fin de mejorar la forma en que aprendemos y enseñamos. También ha presidido la Fundación Obicex, cuyo objetivo es impulsar proyectos tecnológicos que nacen en los centros educativos y ponerlos al servicio de las empresas.

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