Presidente de la FUE
Hace 50 años, la Cámara de Comercio de Madrid, la Universidad Complutense, la Autónoma de Madrid, la Politécnica de Madrid y la UNED lograron aunar una visión común sobre el nuevo entorno social y económico que se avecinaba en los primeros años 70 del siglo pasado.
Y así, la Fundación Universidad- Empresa, la FUE, nació de la conexión entre el mundo de la Universidad y de la Empresa, con el compromiso de apostar por el talento y la mejora de los niveles formativos y competenciales de los jóvenes en línea con lo que la sociedad demandaba, para contribuir a la sostenibilidad y competitividad de las empresas en un mundo local que se iba transformando en global y enormemente complejo.
Aquel grupo de visionarios comprendió la necesidad imperante de construir puentes sólidos entre la universidad y la empresa y apostar por el Capital Humano a través de la formación, la innovación y el emprendimiento . En ese momento, quizás no podían prever la magnitud del impacto que tendría su iniciativa, pero hoy, miramos atrás y reconocemos el legado impresionante que nos han dejado.
Destaco solo algunas cifras de impacto de la FUE: colaboración con más de 7.000 empresas e instituciones; más de 100.000 prácticas académicas gestionadas; acuerdos con 150 universidades españolas y extranjeras; puesta en marcha de más de 720 proyectos de emprendimiento…..
De la conexión de universidades y empresas, la innovación y emprendimiento ha representado el binomio con el que la FUE ha canalizado la transferencia a la sociedad de la investigación universitaria en iniciativas de emprendedores junto con inspiradores proyectos que han fomentado la creación de talento para este ecosistema incluso desde edades muy tempranas.
Sin embargo, desde la primera década del siglo XXl, es el desempleo juvenil uno de los mayores retos que afronta nuestro país. Los graduados universitarios mejoran las medias de empleo de jóvenes, aunque no quedan a salvo de otras amenazas (calidad del empleo y de la retribución, la sobrecualificación para los trabajos que desempeñan) todo ello dentro del torbellino imparable de la transformación digital, con profesiones emergentes del día a la noche y otras tantas por aparecer.
De ahí que la FUE uniendo el esfuerzo de universidades y empresas haya puesto el foco en los últimos años en promover la empleabilidad de los jóvenes, especialmente creando programas de alta calidad de prácticas académicas curriculares y extracurriculares, combinadas con el desarrollo habilidades transversales, la tutorización de los alumnos, y la participación en programas de movilidad internacional, para levantar un resistente andamiaje sobre el que construir sólidas competencias profesionales en los jóvenes universitarios y de Formación Profesional que potencian exponencialmente su empleabilidad y el afán emprendedor.
Pero todas estas acciones serán más fáciles de poner en marcha si las Administraciones Públicas actualizan sus estructuras educativas. La Universidad debe dar respuesta a los múltiples desafíos a los que se enfrenta nuestra sociedad, y está obligada a poner el foco en la empleabilidad con una implicación mucho más activa con el entorno y con las empresas. El mundo empresarial y el de los jóvenes cambia y desafortunadamente el sistema no cuenta con las herramientas necesarias para que las universidades y los centros de Formación Profesional cambien y se adapten a las demandas actuales.
Por esta razón, entendemos desde la FUE que España necesita un gran pacto de Estado en Educación en el que se escuche a todos los actores implicados, entre ellos a la Universidad y la Empresa.