Pese a que todavía queda camino por recorrer en términos de profesionalización, todas reconocemos ya la cultura y la creatividad como parte esencial del desarrollo local y económico. Los datos hablan por sí solos: Según el observatorio Vasco de la Cultura, en Euskadi contamos con 16.886 empresas de las industrias culturales y creativas que dan empleo a 33.983 personas lo que supone el 3,84 % del empleo total.

Junto con ello, son cada vez más los foros y voces que defienden la cultura como una de las patas esenciales del desarrollo sostenible, hablando incluso de un ODS 18 propio. Y es que la cultura es lo que nos hace humanas: nos hacen pensar, nos incomoda, nos ayuda a conocer nuestro entorno natural y patrimonial, contribuyendo así a su cuidado y a la sostenibilidad medioambiental. La cultura crea vínculos entre personas y comunidades, favoreciendo la tolerancia, la diversidad, la empatía y la creación de una memoria colectiva. El mayor reto es medir este impacto, que muchas veces se manifiesta de forma cualitativa, dificultando la generación de indicadores.

Así mismo, la cultura y la creatividad se presentan indiscutiblemente al trabajo intersectorial. Proyectos que unen cultura con el sector social, como el recientemente presentado programa “Gertu Kultura”, con el sector de la salud física y mental, poniendo el proyecto “Alquimia” como ejemplo, o el incansable trabajo que se hace vinculando cultura y educación desde “Artaziak”. Y esto solo es el comienzo, ya que desde la perspectiva de innovación empresarial la creatividad, intrínsicamente ligada a la cultura y a la creación, es la herramienta estrella. Llegará el día en que se normalice la participación del colectivo cultural y artístico no solo en proyectos híbridos, sino también en procesos de innovación de sectores más tradicionales.

Es por todo ello que la apuesta por apoyar el sector de las Industrias Culturales y Creativas, es una apuesta por mejorar nuestra sociedad. Cuanto más fuertes, profesionales, económicamente independientes y cohesionados sean nuestros proyectos y empresas culturales, mayor será su aporte e impacto en el territorio. 

En Kutxa Fundazioa lo tenemos claro, y es desde ese paradigma desde el que creamos Sorlekua,  un programa único para conectar y para impulsar proyectos culturales y creativos de aquí, de Gipuzkoa.

SOBRE AINARA

Ainara Guzmán es Graduada en Liderazgo Emprendedor e Innovación por la Universidad de Mondragón, con master en Gestión Cultural por la Universitat Oberta de Catalunya.

Lleva desde 2016 diseñando y poniendo en marcha programas culturales y de apoyo a las Industrias Culturales y Creativas en Kutxa Fundazioa. Además, participa como mentora en el programa MartxUp del área de juventud del ayuntamiento de Donostia-San Sebastián en colaboración con Mondragón Team Academy, apoyando a poner en marcha ideas, retos y proyectos de jóvenes.