Startups, personas y capital intelectual

El activo más importante que tiene toda startup son las personas. Eso es algo que está grabado a fuego en el ADN de BerriUp, doy fe de ello. Y además de las personas están los intangibles que generan estas personas: toneladas de ilusión y capital intelectual.

Ya habrá quien pueda escribir sobre la ilusión de las startups con más criterio que yo, con lo cual me centraré en el capital intelectual. Conviene que las startups identifiquen el capital intelectual que van generando, lo paqueticen, le pongan nombres y apellidos y lo protejan en la medida de lo posible. Las distintas modalidades de la propiedad industrial e intelectual, a la que me referiré con el acrónimo PI, son las herramientas que tenemos a nuestro alcance para proteger nuestro capital intelectual: las patentes y los modelos de utilidad, los diseños industriales, las marcas, los derechos de autor y los secretos empresariales. Con un uso estratégico de estas herramientas las startups pueden crear esferas de exclusividad alrededor de su propuesta de valor y generar valor en forma de activos intangibles.

En la medida en que otros también crearán sus propias esferas de exclusividad, los objetivos de las startups a la hora de diseñar su estrategia de PI han de ser dos: minimizar riesgos de invadir esferas de exclusividad de terceros (minimizar riesgos de infracción), y crear y gestionar de manera activa sus propias esferas de exclusividad (crear y gestionar su cartera de PI).

Si a nadie o a casi nadie le importa lo que ofrece una startup, esa startup nunca tendrá problemas de infracción de derechos de PI de terceros aunque en la práctica los infrinja. Si por el contrario deja la irrelevancia y empieza a aparecer en el radar de los grandes, que es a lo que debería aspirar toda startup, si pueden intentarán bloquearla utilizando sus derechos de PI.

Por otra parte, por mucho que una startup haya desarrollado una solución que se diferencia de las demás y puede tener demanda en el mercado, si no ha generado esferas de exclusividad, si otros podrán ofrecer lo mismo o algo muy parecido con poco esfuerzo, esa startup perderá atractivo para los inversores.

Alguien dijo que patentar es como contratar un seguro pero al revés, no para el caso en el que se produzca un siniestro, sino para el caso en el que se tenga éxito. Esta analogía es extensible a cualquier otra modalidad de PI. Cuando realmente se tiene constancia de la relevancia de la PI es cuando se tiene éxito. Preparemos a las startups para el éxito.

SOBRE ISMAEL: 

Ismael es Ingeniero Superior de Telecomunicación por la UPV de Bilbao, con Máster Universitario en Marcas, Diseños, Patentes y Derechos de Autor en la Universidad de Alicante. Es Agente Oficial de la Propiedad Industrial (2003) y Agente de Patentes Europeas cualificado (EQE 2005).

Acumula más de 20 años de experiencia en el ámbito de la propiedad industrial e intelectual (PI) y es socio fundador y director de GALBAIAN, Agencia de Propiedad Industrial fundada en 2011 que ofrece un servicio integral en materia de PI.

Es profesor en cursos de formación en materia de patentes y PI en general tanto para profesionales en activo como para universitarios, y es ponente habitual en foros, seminarios y conferencias.