Me dijo una jefa una vez que solo se puede dar reconocimiento a aquello de lo que se tiene constancia, que por mucho que uno trabaje, no obtendrá créditos si no lo muestra al mundo.
Cuando pensaba en qué podía transmitir desde mi experiencia tratando de aunar mis dos ámbitos de trabajo actual -los mercados financieros y la comunicación, tan aparentemente distintos- esta reflexión vino a mi cabeza.
El objetivo más básico de la comunicación es informar, proporcionar los datos que reduzcan la incertidumbre y percepción de riesgo del receptor. Pero comunicar también consiste en inspirar, en mostrar un escenario de potencialidades y oportunidades que ilusione a quién nos escucha. Y, en última instancia, cuando comunicas, implicas al otro, de alguna forma le das voz y permites que ese otro pueda enriquecer tu idea, tu proyecto o tu punto de vista.
La comunicación, en sentido amplio, se convierte en una herramienta para alcanzar los objetivos que perseguimos. Por tanto, saber comunicar de forma efectiva es importante en todas las facetas de la vida y, por supuesto, en la vida de un emprendedor.
A veces, por desconocimiento o arrastrados por el duro trabajo del día a día o, peor, dando por hecho que los demás ya conocen lo que para nosotros es obvio, podemos caer en el error de dedicar poco o nada de tiempo a comunicar lo que tenemos entre manos. Cuando la realidad es que tenemos que contárselo al mundo para que reconozca su valor.
Contárselo a nuestros clientes para que descubran el valor que les aportamos y cómo nuestra propuesta es diferencial frente a otras alternativas disponibles. Es lo que hemos venido a llamar marketing y que hoy en día alcanza niveles de sofisticación cada vez mayores.
Contárselo a nuestros inversores, para que decidan aportar su capital y, en ocasiones su conocimiento, que harán crecer nuestro proyecto. Esto supone construir relaciones de confianza y de largo plazo, a través de las funciones propias de la relación con inversores.
Contárselo a los medios, instituciones, clientes y trabajadores, entre otros, para contar con su apoyo, obtener su difusión, transmitir nuestra cultura o captar el talento que necesitamos para desarrollarnos. Y a esto le llamamos comunicación corporativa.
Y contárselo a nuestro entorno, para sentirnos también realizados. Para que el mundo, conociendo lo que hacemos, pueda reconocerlo.
SOBRE PATRICIA
Patricia Berjón es actualmente directora de Desarrollo Corporativo de Dominion, donde se incorporó en 2016 y desde donde asume las responsabilidades de Relación con Inversores y Comunicación Corporativa.
Licenciada en Administración y Dirección de Empresas por la Universidad del País Vasco ha complementado su formación en la London School Of Economics y la Universidad de Leuven. Cuenta con una trayectoria internacional y experiencia en empresas industriales y de consultoría.